lunes, 23 de septiembre de 2019

COMO SE CONSTRUYE UN MILAGRO




Juan Camilo  Ruiz P.

juancamilorp@gmail.com

Prolegómenos  de una gesta   (2ª parte).

“Los necios recorren los caminos que cien años más tarde recorrerán los sabios.”


El milagro es que Colombia y Medellín son hoy la sede del IX Congreso Mundial del Aguacate, lo que era impensable hace solo diez años. Este evento le muestra a los colombianos y al mundo que Colombia es un jugador central e insustituible en el mundo de la economía aguacatera universal, con calidad y suficiencia, gracias al esfuerzo y empuje de su gente, acostumbrada a gran retos y proezas. 


  
Promotores de la Sede para Colombia, del Congreso Mundial del Aguacate,
 para el año 2019.

 Fue tan arrollador el éxito del III Congreso Internacional del Aguacate del 2009 - por la calidad académica del mismo, por lo selecto y lo profundo de los temas tratados por los conferencistas, por la abrumadora asistencia de los congresistas, por la presencia plural de países, por la organización del evento, por las instalaciones donde se llevó a cabo - Plaza Mayor - por la acogida dispensada a los asistentes, por las salidas de campo, por la novedad que representaba la producción de aguacate en el trópico, en fin por tantos aspectos - que fue inmediato y amplio el reconocimiento  especialmente internacional, que Colombia se puso en boca de todo el mundo aguacatero.

De inmediato llegaron las propuestas de las organizaciones gremiales de los distintos países, en especial de América Latina, y muy especialmente de México, para que Colombia presentara su candidatura al Congreso Mundial de 2015, puesto que para el 2011, ya Australia estaba designada como sede, para realizar el evento en la ciudad de Cairns.

En la Corporación Antioqueña del Aguacate (CORPOAGUACATE) asumimos el reto y empezamos a trabajo en ese sentido.  Era toda una osadía.

Hoy, vista la “ingenuidad” de la ilusión, realmente ”nos faltaba pelo p´al moño”. Baste saber que Colombia no figuraba en ningún registro mundial como país exportador de aguacate, simplemente porque no exportábamos, tampoco sabíamos qué lugar ocupábamos entre los países productores o consumidores a nivel mundial, porque no existían datos ni del DANE, ni del antiguo PROEXPORT.  Eran los años 2010 -2011 y aún no habíamos hecho la primera exportación. Cuando ésta se hizo, todo fue a puro trabajo manual, sin ningún proceso mecanizado. No se tenía ninguna noción de calidad del producto, ni cómo se determinaba la materia seca ni cual era el índice óptimo de la misma para poder exportar. Las  cajas para empacar se consiguieron en las bodegas de las grandes cadenas sin ninguna calidad ni especificaciones técnicas sencillamente porque en Colombia no se producían. Poco era lo que se sabía de rutas y frecuencias marítimas y de procesos de embarque para exportación.

Otro hecho no menos relevante era la situación política del país. De Colombia lo que se conocía internacionalmente eran las noticias de la CNN, ni para qué recordar cuales eran los mensajes. Darle la vuelta al mundo para decirle a los australianos o a los neozelandeses o a los israelíes, o a los hindúes o a cualquier ciudadano  y aguacatero del mundo que vinieran a Colombia a un congreso mundial de aguacate …

Como si lo anterior fuera poco, a nuestro potencial y gran electorado mexicano que estaba presto a apoyar nuestra candidatura, el Gobierno Norteamericano le negó la visa de tránsito para Australia, así que nuestro electorado no pudo viajar.   

Sin embargo con “el pecho henchido”, continuamos en nuestro propósito. Contábamos con un pequeño apoyo del Boureau de Convenciones del Municipio de Medellín y algunos videos promocionales de la ciudad y del país.

Llegados a Cairns, supimos que nuestros competidores serían Perú y California. California optaba por la sede, a pesar que ya había sido sede de un congreso anterior, por el muy destacado motivo que se organización gremial quería celebrar los cien años de existencia. Motivo más que suficiente y Perú ya se destacaba en el ámbito aguacatero porque venía creciendo de manera vertiginosa especialmente en el campo exportador  y le pisaba fuertemente los talones a Chile como segundo productor y exportador mundial, posición que logró pocos años después. Además ofreció la cena inaugural del evento para más de 600 asistentes. Es de anotar que la organización mundial del aguacate tiene como principio no otorgar nuevamente la sede del congreso al país que ya lo haya celebrado. 

Llegado el día de la elección de la sede, a los representantes de las tres delegaciones nos fue permitido dirigirnos a los asistentes donde cada uno ponderó de manera exhaustiva las razones y los méritos para aspirar a ser sede del Congreso Mundial del año 2015.

El país elegido en esa oportunidad como podrá colegirse, fue Perú para ser, en Lima su Capital, la sede del VIII Congreso Mundial del Aguacate.


Juan David Mondragón, presenta la candidatura de Colombia, 
para ser sede del Congreso Mundial del Aguacate en 2019.
 Lima Perú Septiembre 2015.

Considero que no se perdió el tiempo, se hizo la fila, cosa que se está volviendo de rigor, y lo más importante, fue que Colombia entró a ser conocida y tenida en cuenta en el ámbito aguacatero mundial y ser considerada la gran candidata para ser sede en el año 2019, lo que efectivamente se consiguió, en una extraordinaria emulación con Nueva Zelanda que seguramente postulará nuevamente su nombre y conquistará en Medellín, la sede para el 2023.        

  Sesión Plenaria para otorgamiento de sede.
Asistentes al Congreso Mundial del Aguacate.
 Septiembre 2015, en Lima Perú, donde Colombia consiguió la sede del evento para 2019.





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