sábado, 29 de junio de 2019

Todavía nos falta mucho por hacer.

En oportunidades, algunas personas se acercan a uno para manifestarle el deseo de dedicarse a la siembra del aguacate, concretamente al C.V. Hass, pero entre las inquietudes o dudas que manifiestan, está aquella en la que preguntan:
             - Y habrá comercio para una producción tan grande como la que se está desarrollando en Colombia?
           - No será que se satura el mercado y cuando yo empiece a producir no habrá a quien venderle, o los precios estarán por el suelo como ocurre con tantos productos?

Son muchas las respuestas que uno puede ofrecerle. Puede hablarle de las dimensiones del mercado mundial del aguacate, de lo que sucede en el mercado norteamericano, en el europeo, las perspectivas del mercado chino, del de la India, en fin. Puede mostrarle estadísticas como la siguiente, que son las exportaciones realizadas por productores colombianos entre 2009 - 2018.

Y puede agregarle: ojalá hubieran ocurrido dos hechos, que habrían aumentado aún mas las exportaciones, que como se ven, han ido creciendo año tras año: 1o.) que si hubiese habido más aguacate para exportar, se habría exportado más  y 2o) si más productores hubiesen estado certificados, su producción hubiera podido exportarse.


También puede hablarle del mercado interno, del mercado colombiano. Contarle que en Colombia no sabemos ni distinguir ni comer bien el c.v. Hass. Que todavía nos parece "arrugaito y feito" y que a veces lo dejamos de lado porque nos parece que está podrido. Por lo tanto, tenemos que aprender a conocerlo, a degustarlo, a usarlo, a consumirlo.

Póngalo a analizar este dato: la mayoría de los colombianos  vivimos en la región andina, y esa región que habitamos tiene más de 25 millones de colombianos. Ese es un gran mercado. Es tan grande, o más que toda Centroamérica. Deberíamos entonces concluir: el día que los colombianos aprendamos a comer el aguacate Hass, no habrá aguacate para tanto colombiano.

Así pues, que a sembrar aguacate, a seguirlo cultivando con esmero y dedicación, a ponerle toda la calidad  en su producción y manipulación y a proponernos logar la certificación de nuestros huertos.